La responsabilidad del director

La responsabilidad del director

Conocerla y limitarla


  La función de un directivo es dirigir, administrar y operar una o más empresas. En el desempeño de esta función, puede comprometerse la responsabilidad de la empresa, y también, en algunos casos, puede comprometerse la responsabilidad personal del directivo por parte de los accionistas de la empresa o de terceros, sobre la base de un fundamento civil contractual o delictivo.
Thémis, en su papel de redactor de documentos y de asesor, ofrece asistencia al director para que cumpla las diversas obligaciones legales y fiscales anuales a las que está sujeta la empresa, así como las puntuales.

Desde la delegación de autoridad por mandato social, pasando por la acumulación con un contrato laboral o la prestación de servicios, se debe garantizar una gestión fluida y eficaz, controlar la normativa aplicable y tomar las decisiones adecuadas en materia de gestión.

La empresa ayuda al director a tomar decisiones sobre inversiones o reestructuración financiera.

La cuidadosa redacción por parte de un abogado de los acuerdos entre socios (estatutos, acuerdos extraoficiales y contratos firmados por el director, como contratos laborales, prestación de servicios, etc.) también contribuye a la anticipación por parte de la empresa de las dificultades relacionadas con la responsabilidad del director.

De hecho, la violación de los estatutos o de los acuerdos extraoficiales (pacto de accionistas) y las infracciones de las normativas aplicables a la empresa, así como una mala gestión en general, conlleva la responsabilidad del director frente a sus socios.

Asimismo, la firma proporciona al director todo el asesoramiento necesario en su gestión diaria de la empresa, por ejemplo en el contexto de suscripciones legales, y le ayuda a tomar decisiones de inversión o de reestructuración financiera.

En cuanto a terceros, para que la responsabilidad del director se vea comprometida, este debe cometer una falta «independiente de sus funciones», es decir, una falta especialmente grave e incompatible con el ejercicio normal de sus funciones. Por ejemplo, si el líder comete un delito intencional,

En este caso, su responsabilidad penal puede verse comprometida, de ahí la necesidad de garantizar la supervisión por parte de un consejo de administración familiarizado con la actividad de la empresa.

 



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